Lanzarote, entrada a la Cueva de los Verdes

Cuando Julio Verne escribió su Viaje al Centro de la Tierra, tal vez imaginó que en un futuro próximo la exploración de las cuevas no sería algo propio de espeleólogos, sino que la gente, más cultivada, más inteligente, sentiría el deseo de saber más , de descubrir... Bueno, el turistán no sé si tiene deseos de descubrir misterios, pero desde luego acuden al reclamo turístico de la Cueva de los Verdes, que es en realidad el interior de un río de lava, un lugar realmente único.

Lanzarote, playa de Famara

El mar no es tranquilo en Famara, el viento arremolina las olas, arrastra algas hacia las rocas donde los cangrejos se cobijan huyendo de las gaviotas argénteas que siempre buscan algo que echarse en el gaznate... tampoco vemos mucha gente por aquí, nada de autobuses llenos de turistas ; Famara, en una punta de la isla, después de atravesar una llanura desértica , es uno de esos lugares límite.

Lanzarote, Mirador del río desde la playa de Famara

El Mirador del Río está sobre los riscos de  Famara, acantilados de unos 400m de altura prácticamente verticales, en uno de los paisajes más impresionantes de la isla. La playa de Famara, además de ser el paraíso de los amantes del surf, es algo así como la imagen ideal de la playa primordial ; nada de rascacielos, solamente el mar y las rocas de Famara, y enfrente la isla de La Graciosa.

Lanzarote, MIrador del Río, Isla de La Graciosa

En el extremo noroeste de la isla, en un antiguo puesto militar, Manrique construyó el Mirador del Río ; el Río es el nombre que dan los isleños a la franja de mar que separa Lanzarote de la isla de la Graciosa, justo enfrente. Parece que estemos dentro de uno de esos libros de la infancia, en los que se ilustraba la tierra entera como si pudiese ser dominada con un sólo golpe de vista.

Lanzarote, vista de la laguna verde

La laguna Verde está al lado de un pueblo pesquero llamado El Golfo, y todos los autobuses y los coches paran en una explanada situada justo encima del principio del cráter. El goteo de turistas es continuo : algunos bajan hasta la laguna, otros fotografían el espléndido paisaje, y después vuelven a su autobús o a su coche de alquiler. Lo más curioso es cuando no hay nadie, cuando te enfrentas a este lugar ; puedes ver en cada roca, en los pliegues del cráter, la erupción petrificada.

Lanzarote, la laguna verde

La laguna Verde, muy cerca del Parque Nacional de Timanfaya, es el resultado de un fenómeno llamado hidrovulcanismo, es decir, se trata de un cráter que surgió en una playa, así que al bajar hacia esta charca en realidad descendemos por un cráter volcánico a la vera del mar.

Lanzarote, Fundación César Manrique

Porque, en realidad, esta isla no es más que un pedregal, coloreado de rojo, amarillo, violeta, negro, pero un pedregal al fin y al cabo, animado por las construcciones de los hombres que colonizaron esta tierra. La Fundación César Manrique es una especie de oasis dentro de este río de lava petrificada, un oasis dentro de un desierto que está dentro de otro desierto, el océano atlántico.

Lanzarote, Fundación César Manrique

Desde una de las ventanas de la planta alta de la Fundación César Manrique, me pareció interesante el aspecto de la tierra negra y requemada por el sol, más que la propia casa museo, ampliamente representada en catálogos y fotos de las hordas turistaníes. Asombra como alguien supo ver las posibilidades de este pedregal.

Lanzarote, Fundación César Manrique en el Taro de Tahíche

La Fundación César Manrique se construyó en un lugar llamado el Taro de Tahiche, enmedio de un río de lava, aprovechando los huecos de las burbujas del río de lava para construir las estancias de su casa taller. El sitio es realmente curioso, el espacio que crea Manrique dentro de las burbujas, de los jameos rotos, es realmente peculiar, y no paro de imaginarme las fiestas que debía dar allí, cómo intentaba convencer a sus invitados acaudalados de la necesidad de un turismo diferente entre cóctel y remojón en la piscina.

Lanzarote, Casa Museo del Campesino

CASA MUSEO DEL CAMPESINO CÉSAR MANRIQUE - LANZAROTE

 La Casa Museo del Campesino, obra de César Manrique situada en el centro geográfico de la isla de Lanzarote, en el cruce de caminos entre el norte y el sur, el este y el oeste, las llanuras del Jable, el Parque de Timanfaya, camino de Teguise, es una de las obras más interesantes y pintorescas de ese turismo sostenible que se empeñço en abanderar para salvar lo poco que iba quedando del modo de vida tradicional de su isla natal. Hoy en día, el modo de vida tradicional de la isla es el turismo, y la vida tradicional que vende ya no existe ; aún así, se hace interesante visitar instalaciones de este tipo, auténticos parques temáticos del tradicionalismo rural, donde puedes asistir a un taller y comprar al mismo tiempo vino, aceite de áloe vera, un libro sobre la obra de César o una botella de vino.