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sábado, 19 de septiembre de 2020

COVID 19 nadie sabe lo que puede pasar


 Nadie sabe lo que puede pasar. Nos aferramos a nuestras certezas anteriores e interiores para creer y desear que todo esto pase. Lo que no sabemos es lo que vendrá luego, si será más de lo mismo o si, por el contrario, va a haber un cambio enorme en las cosas. En nuestras cosas. Pero esto no lo sabemos.Puede ser que tal vez algunos lo intuyan. Pero, hoy en día, la capacidad de intuir se ha vuelto algo raro, sospechoso, e incluso peligroso. ¡Ese que intuye, ese es un farsante! Nosotros queremos datos, datos que nos confirmen la certeza de nuestros temores y de nuestras esperanzas. Ese que intuye, ese, ese sólo imagina.No hay que hacerle caso. Y mientras observamos o asistimos al desarrollo de los acontecimientos,miramos hacia el cielo, donde las nubes pasan despacio movidas por la ligera brisa de agosto,y nos parece ver, más allá de esas nubes, la luz del día de mañana.

COVID 19 de aquí para allá


No se si llegaré a tiempo a coger el tren, debe pensar la mujer que, tranquilamente, recorre la acera a la sombra de los tilos. Está disfrutando de la mañana, cuando aún no quema el sol. Y sabe, perfectamente, que no va a llegar a tiempo. Es más, ese tren que espera coger ya se ha ido. Y el otro que tiene que llegar para llevarle a ese sitio tan importante, ¡ojalá ese tren no llegase nunca ! Le gustaría estar siempre en esa mañana, recorriendo la acera bajo la sombra de los tilos y su perfume,solo disfrutando de la sensación de estar viva en una mañana hermosa.
 

COVID 19 el vestido nuevo


Tu vestido nuevo tiene propiades mágicas. Lo sabes. Lo has comprobado. Pero su magia no dura siempre. Así es como debe ser. Pero no te puedes negar a esos momentos de perfección entre toda la sordidez, monotonía y estupidez de los tiempos que corren.
Parece que tu te volvieses tan nueva como lo es ahora tu vestido. Y que sólo existen , durante esos momentos de perfección absoluta, la brisa del aire, el olor de los pinos del parque, la sonrisa del niño en la arena que espejea en tus ojos. Y sabes a que se debe todo eso. Tu vestido es nuevo, aunque tu ya no lo seas, y en su infinita gracia y poder te ha devuelto algo que creíste perdido hace mucho tiempo.
 

COVID 19 series de figuras en el parque, sentadas y de pie




 

COVID 19, series de figuras en el parque




 

Nos dicen que la vida y los tiempos, van muy deprisa. Que en el espacio de tiempo de un pestañeo puede cambiar todo. Eso es si conseguimos, en efecto, darnos cuenta de si hemos pestañeado.
Luego resulta que miras con más atención, y tan poco es tan cierto eso de que las cosas van tan rápido como nos quieren hacer creer. Como si fuese algo absoluto. Las personas repiten los mismos movimientos en la plaza, tanto cuando caminan como cuando esperan u observan algo. Puedes empezas varios dibujos a la vez en irlos terminando por fases, aunque el gesto inicial si que debes captarlo en los primeros 5 segundos de dibujo. A veces sólo te da tiempo a hacer tres líneas. A partir de esas líneas debes deducir la figura entera.
Algunos dibujos quedan abortados, irresueltos. mientras que otros casi aparecen como por arte de magia a los tres trazos. No he encontrado una explicación a esto todavía.

COVID 19 son de otro lugar


 Nadie es de aquí. Todos son de otro lugar, algunos lo parecen más que otros, pero ,la mayor parte de las veces, son de otro lugar.

Menos los buenos. Ellos son de aquí, aunque tampoco saben porqué. Ni porqué son los buenos, después de todo, ellos mismos se autodenominan así.

COVID 19 unos andan y otros descansan


 Así es, mientras que algunos no paran de moverse, otros tienen que detenerse y descansar. ¿ Descansar de la vida ? Quién sabe. Pero eso te permite dibujar también a las personas sentados en los bancos del parque al lado de los que van arriba y abajo.

COVID 19 dibujo de la figura humana en acción



 

Como explicaba, los dibujos fueron realizados en dos fases. En la primera , a gran velocidad, con tinta , dibujaba las figuras en el cuaderno y con lápiz apuntaba los colores para después terminar los apuntes en casa, con las acuarelas. Tenía una especie de código, con flechas hacía arriba o hacia abajo según la intensidad del color ( más claro o más oscuro ) , así como también añadiendo alguna indicación de matiz, por ejemplo, el naranja podía ser nar o nar most, o mostaza a secas, y así con todos los colores que utilizaba, que no fueron muy variados. El tono de piel también lo apuntaba, variando desde el ocre rosado al anaranjado tostado o el café de algunas personas. En algunos apuntes, incluso, apunté también la dirección e intensidad de las luces. Obvié del todo el paisaje donde se desenvuelve la acción para centrarme en el dibujo rápido de la figura.

COVID 19 diferentes figurantes de una función cotidiana


 La misma persona que atraviesa la plaza y que puedes dibujar muy rápidamente en diferentes posiciones , cuando la sitúas en la misma hoja, crea una historia. Es evidente que no hay relaciones entre ellos, entre los diferentes figurantes de la vida cotidiana, no se cruzan ni sus miradas ni sus caminos, pero allí los tienes. Es todo un misterio, para ellos y para el dibujante, que torpemente intenta capturar en unos rápidos trazos que no van más allá de los 20 segundos, lo inasible de la existencia y las relaciones humanas. Y, de paso, también refugiarse del calor de las casas estando enmedio de la brisa veraniega de una tarde de agosto.

COVID 19 figuras a la acuarela


 

Aunque no se trata de apuntes a la acuarela, utilizando la técnica in situ para captar las figuras con la mancha, si que he intentado mantener la frescura de esta técnica al añadirles color después. La ventaja de la acuarela es que te obliga a ser muy preciso pero en el gesto, de ahí que resulta , tal vez, una de las técnicas más difíciles de la pintura. Porque tienes que dejar que el agua haga un poco lo que crea que quiere hacer. El agua no quiere que la canalices en demasía, sino que la guíes hacia donde a ti te interesa. Pero debes dejarte sorprender y guiar, de la misma forma, por sus en apariencia caprichosos gestos. Sólo así se extiende la libertad y la espontaneidad de esta técnica y de este enfoque.
Porque lo que parece más libre y espontáneo es fruto de una intensa reflexión y de una práctica atenta y constante, al mismo tiempo que intensa. El arte es artificio. Y como , decía Picasso, es una mentira que dice la verdad. O como bien sabemos todos ( y como también declara Nietzsche ) la belleza de la flor tiene su origen en el lodo putrefacto.

COVID 19 la vida en la plaza nunca se detiene



 

Allí están, las mujeres siempre pasan por la plaza. Van o vuelven de la compra, o a encontrase a alguien, o a ocuparse de alguien. A veces parecen preocupadas, cansadas o nerviosas, en otros momentos están tranquilas y parecen disfrutar del oasis de naturaleza que les proporcionan los altos árboles del parque y la sensación de estar pisando tierra y arena en vez del asfalto de la calle o las losetas de las aceras
La vida en la plaza nunca se detiene, por la noche el lumpen del barrio se reúne allí, desharrapados de la vida que malviven por los bancos de las plazas con sus cervezas de litro y sus mochilas cargadas de cosas gastada. También los trabajadores de la limpieza, los hombres de la basura, en su camión, encargados de liberar a los pueblos y ciudades de la basura más inofensiva. Porque la otra, la peligrosa, tiene guardia privada y vive en un castillo protegido de todos. Pero esos nunca pasan por la plaza cargados con bolsas de la compra.

COVID 19 la gente no deja de pasar por aquí



 Depende de las horas de la mañana o de la tarde, no siempre podemos dibujar al mismo público, pero en las plazas siempre vemos a muchas mujeres. Siempre van o vuelven de algún sitio, muchas veces van con las bolsas vacías y vuelven con las bolsas llenas, arrastrando pesados carros llenos de víveres, con una gran voluntad atraviesen la polvorienta plaza de un mediodía de agosto.

COVID 19 sabemos que tenemos que ir, pero a veces no sabemos el porqué


 

No te puedes detener. Porque siempre hay un sitio al que ir, o como mínimo deberías ir allí y hacer lo que tienes que hacer. Lo sabes muy bien. Es lo que te dicen todos que hagas. 
Pero no sabemos el porqué. Y a veces nos sentimos como Sísifo. Él arrastraba su piedra, aquella roca odiosa pesaba toneladas, pesaba como su propia vida. Su único momento de liberación, al llegar a lo alto de la colina y dejarla allí, era también su condena, pues inmediatamente volvía a rodar colina abajo y el debía volver de nuevo a empujarla hasta la colina y repetir esa acción un a y otra vez, por los tiempos de los tiempos, sin liberación de ningún tipo, ni siquiera la muerte. Sabemos que tenemos que ir, pero no sabemos el porqué.

COVID 19 los lunes al sol


 

El día acaba de nacer. La plaza está medio vacía, las urracas y las palomas se enseñorean por las barandas del parque de juego y por los bancos, buscando siempre algo que comer aquí y allá.
Los primeros transeúntes atraviesan la plaza como el marinero que se adentra por el mar a primera hora, con la brisa fresca de la mañana revolviendo sus cabellos y la luz del sol a sus espaldas, rumbo al horizonte del final de la calle.
El lunes, y la semana comienza amablemente. Disfrutemos de esa sensación antes de que alguien o algo nos la arrebate.

COVID 19 la tecnología nunca nos dejará solos...


 La tecnología nunca nos dejará solos. Siempre podremos estar conectados. Siempre podremos estar vigilados. ¿ Sabemos quién nos vigila, sabemos con quién nos estamos conectando ?

En realidad, siempre hemos estado vigilados por algo, pero no nos importaba demasiado. Que los insectos nos vigilasen nos importaba bien poco, al fin y al cabo nadie puede comprender lo que piensa una mosca.

Pero ahora es diferente. Porque artilugios voladores, móviles y cámaras están por todos lados. Y siempre hay alguien que mira, y ese alguien siempre quiere ejercer el control a través de la máquina.

Y yo aquí, armando con una lápiz y un rotulador, cuando hay tantas formas rápidas, precisas y realistas de captar la realidad de las cosas.

Pero la realidad de las cosas, de esta manera, me interesa lo mismo que a los insectos que me vigilan le pueden interesar mis pensamientos. No soy rápido, preciso ni realista como esos artilugios. Y no soy un espía ni un voyeur. La realidad de las cosas que estos medios me presentan me parecen poco precisas, rápidas y realistas.

COVID 19 siempre tenemos cosas muy importantes que hacer


 

COVID 19 el verano ya está aquí


 

COVID 19 un día cualquiera


 

COVID 19, gente que va y viene

 


Estás mirando el ir y venir de la gente. Unos andan apresuradamente, a veces miran hacia atrás como si alguien les siguiera. Otros , también miran hacia atrás, pero ya nadie les sigue.
Las líneas de sus desplazamientos se cruzan, a veces también sus miradas. Se detienen, se conocen. Comienzan una conversación. Parece que ha vuelto a salir el sol.
A veces parece también que alguien hace el gesto de pararse, y mira, pero todo sigue su curso. Ha pasado delante suya, a unos metros tan sólo. Pero sabe, y nosotros , desde nuestra atalaya, también, que esta a miles de kilómetros de distancia. Y se aleja más y más .

COVID 19, no tenemos nada que ver


 No tienen nada que ver, pero siempre nos podemos crear una historia. El perro ya estaba cansado de salir a la plaza, pero su dueño quería salir. Su dueño era uno de los buenos, y le gustaba salir al parque que recuerda de cuando él era un niño, sólo que entonces no era un parque, sino un campo, con manzanos y ciruelos y un gran laurel en el centro, a cuya sombra había un pozo.

Los que han venido de otro lugar le desagradan. Son ruidosos y vulgares. Son de otro color, hablan otra lengua, ni siquiera parecen personas. Los desprecia y les tiene asco.

A veces le gustaría tener un perro más grande y no tan viejo. Porque le dan miedo. Dios sabe que podrían hacerle. Él ya es casi un anciano y está demasiado gordo como para correr y escapar.Su perro, cualquiera sabe que ese chucho no constituiría ninguna amenaza. Y ellos nunca van solos. Ella parece inofensiva pero seguro que tiene muchos amigos. Ellos le darían alcance. Nadie sabe lo que podrían hacerle esos animales. 

Ya va siendo hora de volver.

COVID 19 , viaje al futuro


 Estamos aquí, pero algún día ya no lo estaremos. Y vemos a gente que cada vez está más cerca. Algunos por su edad, y son como niños algunos de ellos, parecen ver el mundo por primera vez desde su vista cansada.

Pero hay otros que se acercan más peligrosamente. En ellos la decadencia ha hecho estragos. A veces la enfermedad, otras veces sólo la decadencia. Y estos son los que dan miedo.Miedo a acabar como ellos.

COVID 19 viajar por la plaza


 Existen los nostálgicos de la homogeneidad. Portan banderas casi siempre. Son fáciles de reconocer. Dicen ser tradicionales y convencionales. Son ordenados, tienen valores y normas. Y son los buenos.

Añoran una sociedad que ya no volverá, y que seguramente nunca existió tal y como ellos la recuerdan , en la que todos decían ser como ellos. Ese mundo ya no existe, y por la calle no sólo se cruzan con gente que no sólo, tal vez, piensa diferente, sino que hasta son diferentes a su color de piel, no hablan su mismo idioma,y no son de este país. Ellos son los culpables de todo. El mundo está mal por su culpa, ellos no tendrían que estar aquí. 

Es muy fácil reconocerlos, aunque no lleven siempre una bandera o algún símbolo. Ellos siempre se consideran los buenos de la película.

COVID 19 no vamos a quedarnos así


 por eso salieron a la calle a vivir, porque no iban a quedarse así. Los llamaron desobedientes , tal vez algunos lo fuesen, pero la gente quería salir al mundo exterior para no soportar la gelidez del mundo interior, ese que ya no se construye, ese que parece cada día más mediatizado por lo que nos han hecho creer. La imagen en el espejo siempre es demasiado dura cuando te quedas más de diez segundos mirándola.

COVID 19 no sabemos lo que tenemos delante


 en cada rostro que atisbamos en la calle y que intentamos, torpemente, trasladar a nuestro cuaderno de dibujo,parece haber siempre una historia, algo que contar y que transmitir. No lo podemos saber, en la mayor parte de los casos. A veces escuchamos las conversaciones de otros en las terrazas o en los medios de transporte. Nadie dice nada, pero todo el mundo escucha, algunos ríen, otros se escandalizan pero no lo muestran directamente, solo en sus gestos de desaprobación o de sorpresa. El ser humano es curioso. Y necesitamos saber de nuestros semejantes a pesar del mundo estanco y cerrado en el que vivimos.

COVID 19 la vida nunca se detiene


 y, sin embargo, a veces parece necesario. Detenerse, apearse de la voragine de absurdos que amenaza con destruirnos aún más de lo que ya estamos, en un mundo absurdo del cual formamos parte y que no sabes hacia donde va

COVID 19 , no todo es lo que parece en la calle


 Picasso decía que para él sus personajes eran como los de una obra de teatro, y que le divertía mucho crear tramas entre las figuras de sus obras. En Picasso siempre hay una historia que contar detrás de sus obras. En la calle parece que no hay ninguna historia en sí, vidas que se cruzan en un segundo bajo un semáforo y que no tienen posibilidad de conectar aunque tengan mucho en común, un lugar en el que puedes estar completament aislado y rodeado de gente a la vez. Esta es la calle que vivimos en las ciudades dormitorio, ahora que todas las ciudades son dormitorio y para algunos tumba en vida.

En el dibujo juntas varios personajes, figuras que has dibujado a diferentes hores, en espacios que no son contiguos, tu los pones dentro de una página y... ya está. El cerebro no descansa nunca. Queremos pensar que existe una relación o una historia entre ellos, y , si no, nos la inventamos.

COVID 19 , siempre pasan varias cosas a la vez


 Una mujer llama a alguien a quién no vemos, con exigencia. Hace calor y la cerveza, en la terraza, se le está calentando. Puede ser que lleven mucho tiempo sin verse. El hombre que va hacia el tren, puede ser que no vaya hacia el tren a ver a algún pariente, tal vez sólo quiere recoger las calles ahora que se ha abierto la veda de las aceras. O tal vez no va, sino que vuelve. Siempre pasan varias cosas a la vez. La mujer con su bolsa marrón que vuelve de un funeral, el padre con su niña que quiere un dulce de la cafetería, todas esas vidas se van a cruzar en un instante fugaz, porque siempre pasan varias cosas a la vez.

COVID 19 , unos con y otros sin


 Polícias de lo cotidiano, uníos ! Se ha abierto la veda contra el infractor de la mascarilla! Por fin podemos dar rienda suelta al policía que llevamos dentro. 

Sí, algunos se atreven incluso a autoproclamarse autoridad de las narices que asoman asesinamente por las mascarillas higiénicas azules. No hay como convertirse en la propia autoridad para llegar a ser país civilizado como esos que tanto admiramos, aunque no sepamos porqué ni la verdad de todo lo que hay detrás de esa ingenua admiración.

COVID 19 , la lectura también se ha vuelto furtiva...


 Sorprende encontrar a alguien que lea del papel, ahora que el papel es una formato que va siendo sustituido por las pantallas de los móviles, fabricadas con materiales que provienen de la explotación de las selvas tropicales africanas o asiáticas y montadas a mano prácticamente por trabajadores que las multinacionales de la información y la tecnología mantienen casi en la semiesclavitud... pero el papel es el gran enemigo del medio ambiente. Aunque yo sigo dibujando en papel y leyendo también en papel, en parte también por una cuestión de conservación de la vista, que intento exponer lo mínimo posible a las pantallas.Y cada vez me resulta más difícil encontrar a nadie leyendo un libro o una revista.

COVID 19, la espera en la plaza


 Las plazas son el territorio de los adolescentes, de los niños y de los jubilados. Es el espacio del mundo urbano que encapsula a la naturaleza y al tiempo libre y del ocio, al tiempo del juego y al tiempo de los amigos. Antes no teníamos apenas parques, pero sí estaban los descampados, los terrenos que no habían sido engullidos por la urbanización. Las ciudades estaban creciendo aún. Ahora apenas quedan descampaos, si acaso alguna casa vieja que es derribada para construir un bloque de pisos nuevo. Pero la plaza , el parque, sigue siendo para los mismos, y desde su móvil este adolescente llamaba a su pandilla para vivir nuevas aventuras cada tarde.

COVID 19 , detenerse y mirar


 La plaza es como un océano o como un desierto, donde siempre vemos aparecer algunas islas o algún oasis.Son los bancos. Y los ocupan personas que están en el limbo del tiempo y casi de la vida. El jubilado que mira con ojos cansados a los niños que saltan y trepan por los castillos de cuerdas y toboganes de la zona infantil ; los mismos niños que se han cansado de jugar y se refugian en la isla al margen del juego que es el banco para comerse el bocadillo. Sólo hay que detenerse y mirar para ver todo esto.

COVID 19 , cada uno piensa en sus cosas


 Y eso es lo que parece. Que cada uno piensa en las cosas de uno. Y esto es lo normal, y nadie se sorprendería al certificar esto.

Pero también están los que dicen que piensan en las cosas de otros, e incluso en las cosas de todos. Pero sabemos que no es verdad. Sabemos que piensan en sus cosas , como todos los demás. En su soberbia , creen que nos engañan. Con nuestra piedad, o tal vez nuestra desidia, fingimos no darnos cuenta de nada.

COVID 19, arriba y abajo de la plaza


 

Es curioso lo que la observación de lo anodino puede enseñarnos. Es como el científico que se obsesiona con unas partículas, o con unas bacterias, o con unas hormigas. Entra en un mundo que no tiene nada que ver con lo humano, en contacto con otro tipo de realidad ajena a los vaivenes de la existencia de sus semejantes. Todo lo que está observando, lo que deduce de sus observaciones, están fuera de lo que sus semejantes harían. Las partículas no van a comportarse jamás como el panadero ni como el conductor de tren, o como la empleada de la gasolinera.
Lo mismo a veces me parecía a mi cuando observaba a la gente de la plaza para dibujar. Me parecía mirar por la lente de un microscopio la existencia de unos microbios, seguro que en sus acciones y movimientos había un motivo lógico relacionado con su existencia, y que ignoraban totalmente el resto del mundo. Arriba y abajo de la plaza, absortos en sus pensamientos, sentimientos y preocupaciones, aquella danza de recorridos por la plaza no tenía música. Aunque si que podía tener su dibujo.

COVID 19 , vamos a salir a pasear al perro


 Esa era la excusa para abandonar el encierro. Sacar a pasear a los chuchos a los parques, la excusa perfecta para escapar, tomar el sol y respirar aire puro, ni que fuera a través de la dichosa mascarilla. Los animales, siempre contentos cuando les liberan de su prisión de cuatro paredes, tal vez se extrañaron por la suerte inexplicable que les había tocado, la de salir más veces a la calle en una semana que en los tres meses anteriores.

COVID 19 , nos estamos acostumbrando a no vernos las caras



 Nos estamos acostumbrando a no vernos las caras, hemos tenido que tapárnoslas para darnos cuenta de lo extraño que resulta ir así todo el día, manteniendo las distancias, desconfiando, bajo la amenaza de la vigilancia de la policía e incluso de la delación de los que se convierten en polícias espontáneos... Orwell y Huxley, ¿ se sorprenderían de todo esto?

Cuando nos quitemos la máscarilla seguiremos con nuestras máscaras puestas. Pero esa máscara, la que nos hemos construido con los años, es muy difícil de quitar.

COVID 19, la vida sigue... casi igual


 

Te levantas. Vas al trabajo. Ves a la gente por la calle. Escuchas las noticias. Te cabreas. Te sobreviene el tedio. Sales al banco y las nubes blancas que corren en el sol luminoso hacen que te sientas como un idiota, sólo precupado estérilmente por tu inútil vida.
Te quieren hacer creer que puedes algo por arreglarlo todo, un algo que es lo que quieren que tu hagas. Siempre tendrás la libertad de escoger entre el camino verde o el rojo. No importa que haya trescientos colores más con más caminos, tu libertad es escoger entre esos dos.Tu tienes poder, tu puedes escoger.
Por eso parece que la vida sigue casi igual. ¿ Se habrá desvelado para alguien la mentira? Seguro que muchos sabían de su existencia, pero no se veían capaces de certificarla. Son las mismas mentiras de los mismos mentirosos , la misma mentira repetida mil veces por la voz de su amo asegurándote, convenciéndote de que eres libre porque sigues sus dictados. No hace falta que pienses, ni que vivas por ti mismo. Ya te dirán que tienes que hacer.

COVID 19 , tomamos de nuevo las calles



 Eso nos han dicho. Que podemos volver de nuevo a la calle. Bueno, hay gente que nunca se ha ido de allí. Estuvieron todo ese tiempo en la calle, no era una opción. Cuando las calles estaban vacías y silenciosas, ellos siguieron allí. Trabajaban mientras otros simulaban pensar, ordenar y dirigir. Limpiaban las tuberías y los desagües de la ciudad. Pero ni el desinfectante más corrosivo ha podido jamás limpiar de miseria moral a los autoproclamados líderes que desde sus tribunas mediáticas se dedicaron a esparcir otro virus para asi seguir atacando a los que si que han sido y serán imprescindibles.

COVID 19 , las terrazas y las calles, vuelven a bullir de actividad



 SI hiciésemos caso de lo que los medios de desinformación proclamaban varias veces al día, la gente vivía pensando solamente en salir a tomarse una cerveza al bar con los amigos.Los medios pretenden crear la realidad, y cuando nuestra relación con el mundo se basa en lo que estos nos dicen, la distorsión de la misma adquiere proporciones monstruosas y puede afectar negativamente a nuestro ánimo. Por eso hay que salir, y dibujar. No basta con ver. Y la nueva normalidad se parece mucho a la antigua, si le quitamos la mascarilla. Nada de grandes oleadas. Lo mismo de siempre.

COVID 19, la gente que pasa camino del ferrocarril


 Todos tenemos mucha prisa. El tren está bajo nuestros pies, a veces el piso de la acera vibra con ese monstruo de unos 85 metros de longitud cargado de personas, con sus sueños, preocupaciones, pensamientos, ideas, sentimientos, emociones y deseos. Ese medio de transporte, dicen, de los pobres. Ese medio de transporte que puso a muchos pueblos en el mapa, pueblos que luego se convirtieron en ciudades donde ya nadie se conocía, ciudades donde nadie era de esa ciudad y donde los de la ciudad originaria se sentían extraños e invadidos por los otros, esos que han venido de otro sitio. Porque el tren siempre viene y va hacia otro sitio. Como la vida misma.

COVID 19 , dibujando desde la cafetería de la estación


 

COVID 19 , dibujando desde la cafetería


Este fue uno de los primeros apuntes que realicé, desde una cafetería cercana a una estación de tren, enfrente de un paso de cebra. En estos primeros apuntes, sobretodo cuando empiezas una sesión de apuntes, normalmente la urgencia de registrarlo todo hace que amontones los dibujos por la página, añades elementos del mobiliario urbano, dejas figuras a medio terminar. Se trata, en todo caso, de la magia del dibujo del natural.