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jueves, 24 de agosto de 2023

Fauna Ibérica /Fauna de Molvízar, águila culebrera en las Delicias


 La culebra bastarda es la más grande de Europa, se han encontrado ejemplares enormes de casi 3 metros de largo, aunque suelen ser algo menores, unos 180 o 200 cm, lo que la convierte en una de las presas favoritas de nuestra águila culebrera. Un ejemplar de tal tamaño les proporciona comida por varios días, y más durante la época de cría en la que sacan adelante a su único polluelo. Estos reptiles gustan de las zonas con matorrales, arbolado disperso y zonas de monte, por lo que son fácilmente detectables por la prodigiosa vista de las rapaces.

Fauna Ibérica /Fauna de Molvízar, búho real con Jurite al fondo


 El búho real no sólo es la rapaz nocturna de mayor tamaño de Europa, sino del mundo, un superpredador que también da caza a otras rapaces y animales carnívoros, como lechuzas, cernícalos, garduñas o crías de zorro y de gato, aunque prefiere los roedores, por lo que da caza a ratas sin ningún tipo de miramientos. Los búhos realmente son de hábitos nocturnos y se adaptan a todo tipo de áreas arboladas, e incluso a veces se suelen acercar a las inmediaciones de zonas habitadas si hay posibilidades de alimentarse.
Hasta el incendio del 2002 los búhos reales ( una pareja solamente, con toda probabilidad ... ) emitían sus llamadas de reunión al inicio de la noche por la Sierra, se supone que criaban en alguno de los numerosísimos cantiles que jalonan las montañas,aunque después de esa fecha no se sabe a ciencia cierta si siguen poblando estas montañas o se han extinguido.

Fauna Ibérica/Fauna de Molvízar, liebre en la Loma de Maitena


 En la desaparecida Loma de Maitena ( por la construcción de la autovía ) siempre veía liebres, así como en la zona del Quemao y la Cana, cuando el paisaje era el típico de la trilogía mediterránea de secano en esa zona, almendros, olivos y viñas, y en algunas zonas higueras, algarrobos e incluso encinas. Hace muchos años que no he visto ninguna, ni en las zonas de la Jesa, ni en Chacón, ni el Mercaer ni tampoco en el Quemao y la Cana, y tal vez las liebres, la lepus granatensis que es la que aquí podíamos encontrar, sea otro de los animales que engrosan la lista de animales extintos del pueblo.

Fauna Ibérica/Fauna de Molvízar, nido de gavilanes en la Tolina


 Similar en tamaño al cernícalo, los gavilanes son rapaces forestales, por lo que , aún antes del incendio del 2002, desaparecieron de la Sierra, donde llegaron a criar en los años 90 en una oquedad del Tajo de la Tolina, cuando en este lugar había no sólo bosques de pinos, sino grandes árboles en el barranco desde donde volaban bandos de hasta 10 palomas torcaces espantadas por la gente que caminaba por el camino forestal. La escasez de presas ( aves de tamaño pequeño y mediano, roedores y reptiles ) y la desaparición del bosque han provocado su extinción.

Fauna Ibérica/Fauna de Molvízar, colirrojo tizón y petirrojo macho( tontico )


 Aunque se trata de aves sedentarias, tanto los colirrojos tizones como los petirrojos frecuentan el interior de los pueblos, los parques y los huertos, donde se muestran con frecuencia confiados frente a la presencia humana. Aves insectívoras bastante comunes, en invierno son más abundantes porque desde Centroeuropa emigran hacia el sur y aumentan las poblaciones locales de la Península Ibérica. En el pueblo los podemos encontrar en los huertos que rodean al casco urbano y en cualquier zona arbolada o cultivada donde puedan encontrar los insectos de los que se alimentan.

Fauna Ibérica/Fauna de Molvízar, collalbas rubias


 Como sus parientes las collalbas negras, las collalbas rubias y las collalbas grises, que también se pueden observar por los secanos y las zonas de monte, son aves insectívoras no muy abundantes pero si comunes en este tipo de habitats. En el pueblo las podemos encontrar todavía por los secanos abandonados y en los matorrales del monte.

Fauna Ibérica/Fauna de Molvízar, totovías en el secano


 Si hay un ave característica de los secanos, de los olivares y almendrares, de los matorrales de esparto y de romero, de los roquedos y pinares dispersos del monte, estas son las totovías, inconfundibles y vistosas, las totovías prefieren los ambientes secos y llegan a anidar en el suelo. Se alimentan de insectos y de semillas, y aunque siguen siendo fáciles de ver , no son tan abundantes como cuando los secanos estaban cultivados.

Fauna Ibérica/Fauna de Molvízar, tórtolas comunes en el Barranquillo del Duende


 Otra de las aves que ha pasado de ser muy común a ser incluso rara es la tórtola común europea. Este ave migratoria, muy diferente de las tórtolas turcas que podemos encontrar en nuestras ciudades, habita sobretodo zonas cultivadas, barrancos, huertos, desde el inicio de la primavera hasta finales de agosto y principios de septiembre, que emigran a África.El arrullo de las tórtolas en primavera formaba parte del paisaje sonoro de casi todos los lugares, e incluso se les podía ver muy cerca de las ciudades.
En el pueblo, aunque se siguen viendo por los huertos y por el barranco, no son tan frecuentes como antes.La escasez de la especie ha provocado que se pida incluso que pase de ser una especie cinegética y que no se puedan cazar, para sorpresa de los cazadores ( que nunca entienden ni respetan nada de nada, por lo que se ve).

Fauna Ibérica/Fauna de Molvízar, perdices en las Quiebras


 Las perdices rojas son aves bien conocidas, e incluso había gente que las tenía enjauladas. Propias de zonas de cultivos y del monte, las perdices muestran preferencia por zonas de campo abierto, con matorrales y escasos árboles. Anidan en el suelo y se alimentan tanto de pequeños insectos como de semillas. Su vuelo es corto, escandaloso y potente, y su canto es perfectamente reconocible cuando andamos por los campos y los montes, aunque cada vez son más raras ( no se sabe si por la caza, por la sequía, o por ambas a la vez ). En el pueblo eran muy comunes por la zona de las Quiebras, Jurite, la Jesa y cualquier zona de monte y matorral, aunque cada vez es más raro que te sorprenda en medio del monte un bando de más de tres perdices.

Fauna Ibérica/Fauna de Molvízar, mochuelos en la Vegarta


 El maullido del mochuelo, cuando se acercaba la noche, era bastante fácil de escuchar por las zonas de huertos cercanas a los pueblos, e incluso en el monte, cuando era la rapaz nocturna más común de Europa, pero esto es algo que ha cambiado y los mochuelos ya no son tan abundantes como hace unas décadas. Como todas las rapaces nocturnas, son un perfecto raticida ( los venenos ilegales para roedores seguro que tienen algo que ver en la disminución de sus poblaciones ). En el pueblo los podías encontrar en cualquier lugar, desde la Vegarta hasta la Jesa, la Fuente Pinos o los montes del Chotar.

Fauna Ibérica /Fauna de Molvízar, alcaudones comunes


 Este pequeño pájaro rapaz, que no sólo mataba otros pájaros sino reptiles, culebras y grandes insectos, tenía la curiosa costumbre de ensartar a sus presas en matorrales de espino como si de una despensa se tratara. Ave migratoria que nos visita desde la primavera hasta finales del verano, relativamente frecuente y bastante fácil de observar al ser un ave escandalosa y valiente, los alcaudones comunes están desapareciendo de muchos sitios que frecuentaban hace sólo unos pocos años. En el pueblo era raro no encontrárselos en el Barranquillo del Duende, en la Vegarta, la Fuente Pinos , el Molino o la Jesa, tanto en la zona de secano de almendros y viñas como en los huertos de chirimoyos y aguacates. El último que vi fue hace cuatro años en lo alto de Chacón y desde entonces no vuelto a ver ninguno más.

Fauna Ibérica/Fauna de Molvízar, abubillas ( gallico apestoso ) en la Fuente Pinos


 A los terraplanistas del cambio climático tal vez les sorprenda saber que no empezó hace dos años ni es una idea de los ecologistas, sino algo que lleva produciéndose desde hace más de dos décadas de forma constante e inexorable. Y uno de los ejemplos los tenemos en las abubilllas, que eran aves migratorias que venían desde África en primavera y se marchaban a finales del verano, mientras que en la actualidad podemos ver abubillas durante todo el año. Ave insectívora, inconfundible y muy vistosa, anida en troncos de árboles y oquedades y se alimenta de todo tipo de insectos y pequeños invertebrados, y la encontramos en zonas de huertos, campo abierto e incluso no es raro que las encontramos en los parques e inmediaciones de pueblos y ciudades.

Fauna Ibérica/Fauna de Molvízar, abejarucos en el Peñón de la Gitana


 Pocas aves podemos encontrar en Europa con la vistosidad de colores del abejaruco ( tal vez el martín pescador). El abejaruco es un ave de tamaño mediano que emigra cada año desde África, para llegar a Europa más o menos por el mes de marzo o abril , según la región, y construyen colonias en taludes, construyendo sus nidos excavando con su pico madrigueras de hasta dos metros de profundidad ( madrigueras que en invierno son ocupadas por otros animales, a los que beneficia enormemente el trabajo de los abejarucos ). Los abejarucos son aves, como decía, vistosas, escandalosas, muy fáciles de observar e insectívoras. No solamente comen abejas, también se alimentan de todo tipo de insectos voladores y terrestres, e incluso se atreven con la peligrosa avispa asiática, por lo que es un fiel aliado de la fauna europea y del control real de las especies invasoras. Para nuestro deleite, y aunque no haya tantos como antes, podemos disfrutar con relativa facilidad de la belleza de este ave en casi cualquier lugar arbolado.

Molvízar, algarrobos en las Delicias


 Traídos desde Oriente Medio, tal vez por los romanos, el algarrobo se ha adaptado de manera excelente por todo el litoral mediterráneo. Árbol durísimo, que aguanta los calores más extremos, es el verdadero refugio de la avifauna mediterránea, así como fuente de alimento de ungulados silvestres por sus semillas, con las que se fabricaba el chocolate de los pobres, y que ahora se vende a altos precios como producto dietético y ecológico. Se trata de una especie protegida, y con la que se debería repoblar zonas costeras para evitar la erosión, permitir que la fauna se recupera y tal vez como un cultivo que en el futuro, dadas las sequías que nos asolan desde hace treinta años, no estaría de más reconsiderar.
Guardo buenos recuerdos de estos algarrobos, del pastor que se sentaba a descansar a su sombra mientras las cabras pastaban a su alrededor, de acompañar a mi abuelo con dos garrafas de la Fuente Pinos al Roaero para regar un ciruelo, de sentarnos a su sombra y disfrutar, como decía él, de la sombra del algarrobo, que parece que atrae la frescura. 


Sierra de Molvízar, pinar de Jurite


 A más de mil metros de altura, se trata de un bosquecillo autóctono de pinos resineros que , milagrosamente, no fue destruido por el incendio del 2002. En su bosque encontramos alguna encina, coscojas, lentiscos, olivillos y espinos. En algunas de sus altas copas han llegado a criar el águila culebrera y el gavilán, y las palomas torcaces también se refugian de los calores entre sus ramas, Desde aquí se divisa gran parte de la vega, Salobreña, Sierra Lújar y el Mar Mediterráneo.

Molvízar, la Compañía antes de su restauración, acuarela sobre papel


 

Sierra de Molvízar, el Tajo Tejero, acuarela sobre papel


 

Sierra Nevada desde la Fuentezuelas, acuarela sobre papel


 

Sierra de Molvízar, el Cerro de Columba desde el camino forestal, acuarela sobre papel


 

Sierra de Molvízar, el Chaparral desde la Fuentezuelas, acuarela sobre papel


 

Sierra de Molvízar, el Chaparral desde el bosque de Jurite


 

Cerro del Águila, acuarela sobre papel


 

Almendrales secos, acuarela sobre papel


 

Sierra de Molvízar, Tajo de la Tolina tras el incendio del 2002, óleo sobre tabla


 

Sierra de Molvízar, mirando hacia el sur,óleo sobre tela


 

Sierra de Molvízar al atardecer, óleo sobre tabla


 

Sierra de Molvízar, óleo sobre tela, antes del incendio del 2002


 

lunes, 21 de agosto de 2023

Águilas culebreras volando sobre las sierras del sur al atardecer,làpiz y acuarela sobre papel


 Vienen por la primavera y se marchan a finales de agosto, son enormes y se alimentan exclusivamente de reptiles, sólo ponen un huevo y son capaces de cernirse en el aire... las águilas culebreras son unas rapaces impresionantes y raras. Pueden criar en rocas y en árboles grandes, y dado que son tan exclusivas en su dieta ( sólo reptiles ) su área de campeo es enorme, ya que necesitan cubrir un área bastante grande que les alimente a ellas y a su única cría. Siempre es un placer deleitarse con sus planeo sobre las montañas.

viernes, 18 de agosto de 2023

Notas de color, amanecer por la Alpujarra, Sierra Nevada y Sierra Lújar, Granada


Sobre las montañas, esas nubes alcanzarían por los menos los 5000 metros, enormes masas de vapor de agua que nunca han dejado de impresionarme. Y como vapor que son, también al pintarlas con la acuarela hay que intentar ser lo más vaporoso posible... sin llegar a perder la forma que ellas tienen.
 

Notas de color, paisaje montañoso , lapiz y acuarela sobre papel





 La verdad es que, por lo general, la combinación de los verdes y los violetas no es muy afortunada.El contraste de verde y violeta es un tanto conflictivo. Este tipo de contrastes inusuales y raros fueron muy del agrado de los expresionistas alemanes de comienzos del s.XX, de los fauvistas, y de algunas obras de arte óptico, pop o de la abstracción más radical ( recuerdo alguna obra de Rothko que lo utilizan ). Lo que uno no espera es encontrárselo, de golpe, en un paisaje montañoso, con la majestuosidad de estas montañas,a última hora de la tarde, con una pareja de águilas sobrevolando los cerros mientras subes las montañas para llegar a la cima y ver el mar.

Notas de color, atardecer en campos mediterráneos, acuarela sobre papel


 Y, sin embargo, todo esta en paz, en una paz tensa a veces, eso sí, pero paz al fin y al cabo.Pasear por la naturaleza es convencerse de su absoluta indiferencia hacia el ser humano. Hay gente que no soporta esta realidad, necesitan del espejismo de la sociedad para seguir existiendo. Pero no todo tiene que ser tan extremo. Hay momentos en los que no solo hay que estar en el desierto, sino también ser el mismo desierto.

Notas de color, anochece en un paisaje mediterráneo con cortijo abandonado


 El desierto no solamente es un paisaje, también es un estado mental. Al que te puede llevar no sólo la contemplación de estos paisajes, sino el estar en ellos. Hay una sensación de abandono tan grande cuando uno camina por estos campos castigados por la sequía , con sus cortijos abandonados, sus caminos llenos de matas, que la noche, como la muerte, les llega como un alivio a la tortura de su existencia.

Amanecer por la Alpujarra y Sierra Lújar, Granada


 Hay un tipo de nubes que no presagian nada bueno, son esas nubes que parece que no están y que al momento aparecen, los cubren todo y luego se van, dejando un sol esplendoroso que, si, sabes que va a derretir hasta a las piedras. Sin embargo, esa mañana fue el caso, y estas nubes se fueron deshaciendo en el azul del cielo poco a poco.

Notas de color, amanecer en la Sierra


 Amanece en lo alto de la Sierra, y la luz del sol parece que quema las copas de los castaños. Se avecina otro días más de calores intensos y, aunque han caído cuatro gotas, nada parece indicar que a más de 1000 metros de altura, el verano se atenúe.

Notas de color, paisaje mediterráneo al atardecer


 Cuesta creer que , hace unos treinta años, estos matorrales eran almendrares, olivares, llenos de gente en esta época para recoger las almendras a la manera tradicional, o sea, pobre. Aquí no había máquinas, pero si muchos brazos para trabajar, mulos y burros que acarreaban los sacos de almendras, rebaños de cabras aquí y allá, liebres corriendo entre los sembrados, alguna fuente en los barrancos cercanos... nada de esto queda ya, el silencio del desierto solamente es interrumpido por los cantos de algunas totovías que , a pesar de todo, siguen viviendo aquí.

Notas de color, almendro entre cultivos abandonados, acuarela sobre papel


 Ya sólo quedan pastizales, terrones que parecen piedras, praderas de cerrillo y algunas matas de gayumba que son el refugio de los lagartos y las currucas. No queda más de una hora de luz, y las chicharras se obstinan en seguir cantando al sol, mientras que algunos grillos comienzan a llamar a la noche desde sus escondrijos subterráneos.

Notas de color, olivar al atardecer, acuarela sobre papel


 Al llegar a la cima del cerro, con el sol ya poniéndose por el oeste, este olivar disfrutaba de la sombra de la cima de la montaña, en un completo y calmo silencio. Un par de águilas sobrevolaban el paisaje y algunos pajarillos piaban entre los matorrales secos y espinosos. Tras los cerros dónde aún persistía la luz el mar asomaba su azulada utopía de una agua que nunca iba a llegar.

Notas de color, encina al atardecer enmedio de campos de cultivo abandonados, acuarela y rotulador sepia permanente


La última hora del atardecer es casi mágica, cuando los rayos del sol se extinguen en las montañas cercanas, inundándolo todo de una luz cálida y con sombras azuladas, violetas . Una extraña corriente de aire fresco parece revificar el campo, los insectos terrestres salen ahora de sus escondrijos subterráneos, donde han estado escondidos de los más de 40 grados de finales de julio. El pueblo lejano se prepara para su descanso en otro día más en que parecía que todo se iba a derretir bajo los rayos implacables del sol.
 

Notas de color,paisaje sureño con acuarela y rotulador permanente


 Hace ya muchos años que el agua ya no corre por esta rambla... las sequías de los años 90 y 80 del siglo pasado acabaron con la trilogía del secano mediterráneo del sureste, viñas, olivos, almendros, y ahora ya sólo quedan como testigos de esa época y de ese paisaje los troncos requemados de los almendros... Mucho tiempo atrás, encinas como esta salpicaban los campos; ahora, junto con los algarrobos, son un auténtico oasis para los pajarillos y otros pequeños animales.

lunes, 14 de agosto de 2023

Molvízar , Costa Tropical Granadina, paisaje al atardecer desde las faldas del Cerrajón


 

Costa Tropical Granadina, Molvízar, desde las faldas del Cerrajón


 

Salobreña, Costa Tropical Granadina, escalones de la entrada al castillo árabe


 

Al salir, es inevitable sentarse y aprovechar la frescura y tranquilidad de la mañana antes de que lleguen más turistas , es lo mejor de abrir un monumento en verano.

Salobreña. Costa Tropical Granadina, vista de la iglesia desde el Castillo Árabe




 

Es,sin duda alguna, desde el castillo desde donde podemos obtener las mejores vistas de Salobreña , de su iglesia, del barrio del Brocal, del Albaicín, del delta del Guadalfeo que comparte esta localidad con Motril , el cual no se ve, aunque si se aprecia uno de sus barrios al fondo, Torrenueva, el puerto y la Sierra del Conjuro , cerrando el paisaje hacia el oeste.

Salobreña, pasaje de la Bóveda



 

Al parecer, se construyó en el siglo XVI para comunicar el barrio del Albaicín con la medina, donde estaba la mezquita ahora iglesia. Se trata de uno de los rincones con más sabor medieval de la ciudad, a muy pocos pasos del castillo y justo al lado de la iglesia.

Salobreña, Torre de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario

No se puede negar que esta iglesia, edificada en el s. XVI sobre una antigua mezquita, no ha logrado borrar ( ni se ha querido, que es en todo caso lo mejor ) su pasado árabe, como apreciamos en su torre- minareta y en su puerta. En sus inmediaciones podemos acceder al castillo por los barrios del Albaicín y del Brocal, lo más típico e interesante del urbanismo antiguo salobreñero.


 

Salobreña, Castillo Árabe, vistas al mar


 

Si miras hacia el mar, aún sigues viendo una parte del pueblo, la línia de casas, la desembocadura del río y lo que queda de vega, y el peñón que anteriormente era solamente un islote.

Salobreña, Castillo árabe, vistas hacia la vega del Guadalfeo


 

Si miras hacia el oeste, se puede ver el resto del pueblo, lo que queda de verde en la vega del río y el mar mediterráneo.

Salobreña, Torreón del castillo árabe


 Al parecer, cuando en el s.X ya existía una fortificación militar en lo alto del peñón, toda la vega estaba cubierta por el mar y el peñón de Salobreña era un islote. Posteriormente se iría ampliando la fortaleza militar y el propio pueblo , por los siglos XV y XVI sobretodo, hasta más o menos lo que nos ha quedado actualmente.

En esta vista hacia el norte, se aprecia las cercanas Sierras de Molvízar y Lújar y al fondo Sierra Nevada, con el Caballo en lo alto y los pueblos de las Alpujarras a media montaña, en este caso Cáñar y Soportújar.