sábado, 11 de mayo de 2013
Sant Boi, grúas atardecer
Y, aunque en poco tiempo se multiplicaron y lo que entonces fueron presencias extrañas habían pasado a ser completamente familiares y cotidianas, el que nos vigilasen orgullosas desde sus alturas metálicas, y el que escribiesen en el firmamento con tinta hecha de placas de hormigos, ladrillos y vigas de acero
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