jueves, 3 de noviembre de 2011
La Cope, el antiguo cine de la Torre Moli Nou
Aquellos bloques, digo, habían surgido con violencia de una tierra antaño preñada de flores de ciruelo y cerezo, pero había llegado el momento de otra primavera, la primavera de las personas que los habitaron, de los jóvenes que recorrieron sus calles, ocuparon sus plazas, amaron,soñaron, algunos incluso murieron y que se han quedado para siempre en el recuerdo de esos años y esos días, y a veces, cuando tuerzo una calle que sigue intacta desde aquellos años, me parece verlos todavía allí, personas que nunca llegaron a cumplir los dieciocho, con sus caras llenas de granos, su sonrisa y su optimismo por una vida que para ellos acabó demasiado pronto. A veces, me parece ver que tal vez las sombras de los árboles guarden también las suyas, y en la brisa que mueven las hojas me parece escuchar, pero en un lenguaje del todo olvidado ya, restos de antiguas conversaciones, de antiguas ilusiones, de cómo pensábamos arreglar el mundo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario