Junto con el blanco, el cubo aparece como la forma tridimensional más sencilla, si exceptuamos tal vez la esfera, de difícil aplicación en la arquitectura. Tal vez por su sencillez, la arquitectura popular mediterránea, de Niza a Melilla y desde Israel hasta Tarifa, muestra esa pureza de volúmenes y de color que inspiró a los artistas de las vanguardias de comienzos del siglo XX en su búsqueda de un primitivismo, de una pureza que les hiciera olvidarse de la sociedad convulsa, deprimida y enormemente corrupta de la Europa de su tiempo.A pesar de haber inspirado a grandes arquitectos ( Le Corbusier, pero también Calatrava) la arquitectura popular mediterránea esta en peligro de extinción, y los culpables son los nativos, más que los bárbaros del norte.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario