En las escenas de Delacroix, en sus cacerías de leones norteafricanos ( extintos a mediados del pasado siglo) por jinetes tan o más salvajes que las fieras, me parece estar viendo una de aquellas películas de aventuras en las que el héroe tenía que salvar a la dama, espada o pistola en ristre, de las fauces de los felinos o de los salvajes incivilizados, un mundo de peligro, excitación y aventura.
sábado, 9 de marzo de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario