sábado, 9 de marzo de 2013
Eugène Delacroix, pelea de caballos
Tal vez se deba a que el mundo romántico que retrata y evoca Delacroix se ha quedado en mera fantasía, en ese exotismo orientalista tantas retratado por las películas , por los cómics, por la industria del entretenimiento y del ocio, de tal manera que ese mundo que en el s.XIX parecía tan fascinante ahora forma parte del imaginario colectivo; el mundo de las aventuras en países exóticos, ese mundo que reclama la presencia del héroe, ese mundo que era la proyectación de una fantasía y que ahora no existe ni siquiera como esa fantasía.
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