Desde el balcón de la pensión se ven más tejados, sí, son de Florencia pero podrían ser de cualquier otro sitio.El dibujante está rodeado de bellas mujeres turistaníes que llevan pocas horas en la ciudad y que, cómo él, seguirán por su tour por la Italia de los personajes de los libros de historia del arte, y refleja en este humilde y nada pretencioso dibujo un trozo de la realidad de los que viven allí, con sus persians verdes y sus paredes ocres, y sus gatos en los patios y chimeneas y aparatos de aire acondicionado en edificios del s.XIX, y aunque no salga en los libros, esto también es un trozo de la Florencia, aunque no es la Florencia eterna,sino la presente.
domingo, 18 de abril de 2010
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