Grabado en amarillo

A veces, el aire quema, el aire quema y ciega. Y no ves nada más que siluetas, y parece que puedes oler ese color, y parece que pudieses saborear esa luz. Y tu sigues andando, aunque ya no ves nada. Sabes que tienes que seguir. Y miras hacia atrás.Han pasado más de veinte años. Esa luz...

Plensa, cabeza y collage2

Así, en horizontal, me recordó a algo más arcaico todavía, a los antiguos billetes de tren.

Plensa, cabeza y collage

Es curioso ver como las técnicas de creación y modificación de imágenes que todos utilizan con los programas de edición y retoque de imágenes proceden en realidad de un contacto con la materia y la visión de lo real. O que se puede generar con facilidad a partir de la materia. Al lado de la mesa de entintar tenemos viejas guías de teléfonos, de ese papel amarillo tan fino que seguramente muchas personas recuerdan, pero que muchas ignoran, como ignorarán también las cabinas de teléfonos, los buzones de correos, las casettes y los transistores. Todo un mundo que ya ha desaparecido.

Plensa escultura en amarillo

Cómo decía, una vez hecha la plancha en cobre, se puede entintar de muchas maneras, e incluso con dos colores, lo que le añade a la imagen una cualidad diferente. No sé muy bien como podría calificarla.

Plensa escultura de cabeza

La fuente de la cual trabajamos a la hora de grabar es importante. Podemos trabajar de fotografías nuestras, de otros artistas, de dibujos propios , de cualquier cosa. En mi caso, siempre trabajo de fotografías propias, de la imaginación o a partir de mis propios dibujos, como en este caso. Cogí un apunte de un cuaderno de notas y lo grabé directamente sobre la plancha de cobre, añadiéndole un rostro de perfil ,de una visitante a la exposición de Jaume Plensa en el Macba. Sobre la cara de la visitante, en perfil total, le espolvoreé sal, otra de las técnicas experimentales de grabado que trabajábamos en el curso. La presencia de la visitante es más etérea que la de la propia escultura, que parece más real en su estatismo que la de la persona.

Caravaggio al Carborundum

Otra de las técnicas, más directa y sin plancha de cobre, es la del carborundum. Se trata de dibujar sobre una plancha de plástico ( en este caso, procede de un grabado que reproducía un famoso Cupido tendido del gran Michelangelo Merisi, de Caravaggio), después se añadía un barniz sobre el que se espolvoreaba el carborundum. Había que dejar que el barniz absorbiese el carborundum y después se quitaba el exceso. Para entintar, lo hacíamos con una muñequilla y con la misma tinta que en los aguafuertes, punta seca y aguatinta. No se trata de una técnica refinada, a no ser que utilices un plástico muy grande ( este es muy pequeño, un DINA5 ). El Cupido resultante es casi caravaggiesco en su peor acepción, parece como si se estuviese descomponiendo.

Paisaje al azúcar modificado 3

Esta facilidad te puede llevar a trabajar por series, a agotar las posibilidades cromáticas y gráficas de cualquier tipo de imagen, pero ¿ hasta donde se puede llegar? ¿ y porqué hay que ir hasta allí? ¿ es necesario seguir un método o un camino cuando no se sabe a donde ir ? Es el tema de la combinatoria, como cuando dicen que tres monos tecleando podrían, en un hipotético futuro, llegar a escribir una obra de Shakespeare sólo porque es posible en el plano teórico y combinatorio.

Paisaje al azúcar modificación2

Como decía, es muy fácil cambiar los colores, en estos programas hay miles de colores con sus correspondientes tonalidades. Las capacidades técnicas y plásticas se amplían enormemente, lo que no tengo tan claro es hacía donde puede ir la ilusión de poder probarlo todo.

Paisaje al azúcar modificado

Una de las cosas que tienen los programas de edición y retoque fotográfico es la capacidad de modificar prácticamente hasta el infinito las posibilidades de la imagen, con un sólo click ( bueno, en este caso un par ) Aquí le añadí color, un lavado muy fino en azul cerúleo, como si fuese un grabado japonés al estilo de Hiroshige o de Hokusai.

Paisaje al azúcar

El resultado es de lo más curioso, sobretodo al combinar la dureza de la punta seca con la " dulzura " y la imprevisibilidad del azúcar. El dibujo está hecho directamente, a partir de la imaginación. Primero dibuje los árboles, tipo Poussin o Ruysdael, y luego le añadí de fondo unas montañas pétreas y desérticas.

Paisaje plancha de cobre

Esta es una de las 4 planchas de cobre que trabajamos. Es muy difícil fotografiarlas, porque reflejan al fotógrafo, pero son muy bellas de contemplar. En este caso, se combinan dos técnicas, la punta seca de las montañas y el azúcar de los árboles. Se ofrece un contraste muy acusado entre el control y la dureza del punzón sobre el metal y el comportamiento anárquico del azúcar de los árboles.

Aguatinta paisaje y jinete

Aguatinta

El aguatinta era una de las técnicas favoritas de Goya, así que teníamos que probarla. Se trata de un proceso notablemente más largo. Después de grabar, a partir también de una fotografía que pase a dibujo lineal tramado, con un pincel íbamos aplicando capas de barniz, que luego sumergíamos en el aguatinta para que actuase el ácido. El barniz actuaba de capaz de reserva, y por lo tanto con él podíamos ir controlando que oscurecer más o que dejar más claro. Teniendo en mente los grabados de Rembrandt, de Goya sobretodo e incluso de Picasso, la verdad es que el resultado deja mucho que desear. Se trata de una técnica muy interesante que necesita de un trabajo más controlado y consciente.

Paisaje al aguafuerte 2

Muy importante en el grabado es el papel, de un grosor semejante al del papel de acuarela ( mínimo de unos 200 gr ) y que debe mojarse en agua y escurrirse antes del proceso de impresión con el tórculo. Solamente la experiencia con la plancha al entintarla nos puede ofrecer unas impresiones homogéneas. Aunque existen papeles de grabados coloreados, nosotros utilizábamos papeles sin colorear. Como aquí se trata de papel blanco y el dibujo está en amarillo y en negro, el blanco del papel se tiñe del complementario del amarillo, en este caso un amarillo con visos de violeta tirando a gris azulado.

Paisaje al aguafuerte

Una vez tienes la plancha, sólo tenemos que entintarla y a continuación imprimirla en el tórculo. Pero se puede añadir más de una tinta, como en este caso. Tras el entintado con tinta negra, se la añadió con el rodillo una pasada de tinta amarilla, de tal manera que se pudo imprimir en dos colores

Escola D'Art de Terrassa .Curso de Grabado

Dentro de este nuevo curso de grabado, trabajamos las técnicas básicas del grabado a la plancha de cobre, la punta seca, el aguafuerte, la aguatinta, el carborundum , así efectos con sal, azúcar, tinta de color y collage sobre el papel.
Gran parte del trabajo consiste, en primer lugar, en grabar la plancha a partir de un dibujo o de una fotografía. En este caso, se trata de una fotografía de paisaje a color que he traducido a línea y al blanco y negro, siguiendo la técnica de los grabadores clásicos. Esta plancha se trabajó en aguafuerte para medir los tiempos de mordiente del ácido, de izquierda a derecha, más tiempo sumergida ( por lo tanto, más oscura la tinta, el máximo de 80 minutos y el mínimo de 3 minutos), así que la gradación tonal que se observa es consecuencia del tiempo que la plancha de cobre está sumergida en el ácido.