Este ejercicio consistía en dibujar la pose con tres rotuladores a la vez, a la ser posible con tres tonos, bajo, medio y oscuro, y ofrecer a la vez tres versiones de la misma pose con mínimas diferencias, Se reivindicaba así el valor de los pentimenti, o arrepentimientos en el dibujo, y se rompía por otra parte con la idea de la pose única, de la solución definitiva, la solución final, de la pose.
jueves, 7 de julio de 2016
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