Es un poco como que , a pesar de intentar establecer algún tipo de control por la repetición, por la serialidad, por ese estar fuera del tiempo y del espacio de la música iterativa y repetitiva, en la representación pictórica siempre hay alguna especie de diálogo entre el presente que vives y el de la propia pintura, y debes aceptar el riesgo de la intervención del azar en tus decisiones.
Es lo que hace que empieces cada dibujo y cada pintura y,aún teniendo una cierta idea de lo que tienes que hacer,la obra te tiene que sorprender, siempre y cuando no se trate de una repetición mecánica, de una maniera.
miércoles, 10 de mayo de 2017
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