Cuando , después de mucho tiempo, volvemos a los lugares que solíamos frecuentar, comprobamos como el paso del tiempo modifica los lugares cotidianos de aquella época. Este es el caso del vestíbulo de la facultad, que en la actualidad ya no presenta este aspecto, ni cumple la misma función que antaño.
La réplica de un fragmento del incendio de el Borgo de Rafael permanece, pero el resto del espacio ha sido ocupado por la conserjería. Este cambio ha sido sustancial, ya que ese espacio, con sus bancos detrás de las columnas y bajo los ventanales, era el lugar de encuentro de los alumnos que iban al bar o a los talleres de dibujo, también un sitio donde descansar, leer antes de ir a una clase, encontrarse con los compañeros, en resumen un espacio de encuentro y de comunicación estudiantil, mientras que ahora ha perdido esa función.
No hay comentarios:
Publicar un comentario