Antes de la urbanización, aquí hubo un gran campo de olivos, almendros y algarrobos. Las cabras pastaban bajo los árboles. Con frecuencia se construían pequeñas casetas de obra donde guardar los aperos de labranza y las cosechas , ya fuesen estas algarrobas para el ganado o aceitunas para elaborar aceite.
Los gigantes de hierro que tapiaban el horizonte fueron reduciendo el terreno del barro y de la hierba, la caseta se abandonó igual que los campos y ese modo de vida, ahora es un vertedero visitado por ratas y desaprensivos, y un testimonio de tiempos pasados que, para algunos, serían difíciles de imaginar.
Lápiz de grafito sobre papel, DINA4
No hay comentarios:
Publicar un comentario