De pasar a ser uno de los felinos más comunes de Europa, el gato montés está sufriendo una extinción silenciosa, y se puede decir que ahora mismo es un animal bastante raro en todos los lugares donde antaño habitaba. De ser una especie citada en gran parte de las zonas montañosas de la provincia de Granada, actualmente no se sabe con certeza cuantos gatos monteses quedan. De hábitos crepusculares, el gato montés preda sobre animales de pequeño tamaño, como mirlos, así como roedores, dada la escasez de conejos de toda la sierra. Sólo se han encontrado señales de su presencia en los lugares más recónditos y alejados de la presencia humana de la parte alta de la sierra, donde aún se conservan pinares y matorrales.
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