Si existe un animal que pueda considerarse un emblema de la fauna mediterránea, este debe ser la cabra montés , o cabra montesa, como es conocido por la región. Estos animales siempre han habitado las zonas escarpadas de las sierras costeras, sobreviviendo a la extinción por la caza humana durante la Guerra Civil Española, después de la extinción del lobo en las Sierras de la Almijara, Tejeda y Cázulas por los años 30 del siglo XX, principalmente por la caza y el uso de venenos fortísimos como la estricnina, actualmente prohibido en toda la Unión Europea.
La desaparición del lobo y la inutilidad de la caza como " forma de controlar las poblaciones " , causó casi la extinción de este animales en la Sierra de Cazorla por una epidemia de sarna ( de 7000 cabras se pasó a 250 ...). Que la caza se ha revelado sólo como un negocio que es inútil para controlar la sarna lo tenemos no sólo en este ejemplo, sino en la propia lógica del cazador, que mata a los animales más sanos y fuertes en oposición a lo que haría el lobo, que mata a los más débiles y enfermos, y que acaba siendo responsable tanto de la casi desaparición de la cabra montés en Cazorla como de la expansión del jabalí hasta las orillas del mar en el Cabo de Gata.
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