Otra víctima del entubado de las acequias y albercas es el enorme sapo común europeo, un animal que , realmente, no depende del agua más que en las primeras etapas de su vida, ya que tras desarrollarse no necesita el agua como las ranas, las salamandras o los tritones. Hace más de 15 años que vi el último de ellos en la Vegarta, porque por aquel entonces por la acequia aún corría el agua del barranco del Nacimiento y bebían las cabras antes de ir a pastar por el Barranco y las Delicias.
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