Y también puedes subir a las cumbres, donde el aire es tan puro que te marea, donde el águila sobrevuela las copas de los altos pinos, las nubes proyectan sus sombras a la carrera sobre las viñas y el sol no ha conseguido agostar los árboles y los matorrales.
Donde los caminos terminan, donde solo por encima de ti está el cielo. Desde aquí puedes ver todo el mundo ; el mar a tus pies y las montañas del continente vecino, las montañas altísimas al norte moteadas de puntitos blancos, campos de nieve que aún no han desaparecido, los valles profundos y fértiles donde los pueblecitos blancos brillan como espejos por la luz del sol .
El águila sobrevuela las montañas, en un pestañeo ya está en otra sierra, imposible de alcanzar, imposible de imaginar , ¿ qué piensa el águila de nosotros ? Aún no somos conscientes de nuestra insignificancia, para el águila no somos más que hormigas.
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