domingo, 20 de diciembre de 2020
Cada uno va a lo suyo
Son las cuatro de la tarde. La gente vuelve. Cada uno va a lo suyo. No quieren saber nada de nadie, sólo quieres estar tranquilamente en tu asiento, en tus cosas, descansando del ajetreo. Pero no es así,la mente nunca descansa. En sus rostros que intentan escapar de la preocupación, se graba una mueca de angustia que traspasa el umbral del sueño. Sabes que nunca podrás estar en paz.
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