domingo, 20 de diciembre de 2020
No hace falta mirar por la ventana ni mirar lo que tenemos delante
No hace falta, a no ser que se trate de una pasajera ruidosa o de algún perro que mira asustado donde acomodarse cuando todo está lleno y tiene miedo de que le pisen. El lugar de la lectura lo han ocupado los juegos en el móvil, sorprende encontrar a gente adulta que comparte con los adolescentes esta afición por los juegos. Debe ser que les permite evadirse de la realidad, el trayecto se les hace más corto, les permite matar el tiempo.
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