Intento descomponer la imagen como se estaba descomponiendo la conciencia de si de la Medusa de Caravaggio. Es un efecto muy contemporáneo, al menos de 1998. Es un poco como lo que nos pasa por la mente cuando estamos contemplando esta imagen, una de las más espantosas del arte barroco y me atrevería a decir de la historia de la pintura europea. El horror frente a la disolución del ser, aunque ese ser sea un monstruo.
Se afirma que el propio rostro de la Medusa no es otro que el del mismo Caravaggio, aunque como se trata en realidad del reflejo en el escudo espejo con el que Perseo la derrota, también puede ser entendido como el rostro del espectador de la obra, de cualquiera de nosotros enfrentándonos a la cara menos amable de nosotros mismos.El monstruo que todos llevamos dentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario