Ahora, con las IAS ( inteligencias artificiales, como pomposamente se define a un acto de permutación y simulación ) le puedes poner a un rostro caravaggiesco de cómic ( no como el que hace Manara ) les expresiones de un Jacob Jordaens o de cualquier pintura de taberna de los holandeses jocosos de la época de Vermeer y Rembrandt... Aquí se trata de coger la creación de la IA, de llevar los píxeles a la materia con la que pintaban en el barroco, carboncillos y sanguinas con aguadas de témpera, aunque aquí los veamos a partir del filtro de los colores RGB de las pantallas de los dispositivos electrónicos.
Porque, hoy en día, lo extraño es ver una imagen fuera de una pantalla. Pero merece la pena ver como el hiperrealismo se cae a añicos frente a un gran Rembrandt, un Velázquez, un Vermeer o un Rubens, por poner sólo el nombre de cuatro gigantes de la representación figurativa, y que nos parece extraña porque en vez de juzgar la representación de la realidad por lo percibido, lo hacemos por lo que vemos en las pantallas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario